Antimanifiesto Salvaje

En estos tiempos ser Salvaje no está bien visto, resulta incómodo, expresa lo que nadie quiere escuchar. Rápidamente nos da miedo porque se nos escapa, ya que representa lo que esta fuera de los límites establecidos. Pero aún quedamos Salvajes, imprevisibles, capaces de ir contra todos, contra todo y, fundamentalmente, contra nosotros mismos.

Nos gusta pensar que el momento actual en el que nos encontramos inmersos no debe ser entendido como un paso atrás en nuestras aspiraciones, sino que, por el contrario, supone una oportunidad para comenzar nuestro ejercicio profesional. Sumergidos en plena crisis económica, cultural y, por qué no decirlo, arquitectónica no renegamos del tiempo que nos ha tocado vivir. Desde nuestra inocencia, pero con el ánimo y la fuerza de introducir una mirada personal en nuestro trabajo, afrontamos el presente como un punto de partida desde el cual replantearse nuevas formas de mirar y actuar.

Como nos ha enseñado la historia, es en estos periodos de crisis en los que surgen nuevos movimientos culturales que intentan reinterpretar la nueva realidad a la que se enfrentan. Esta razón es la que nos impulsó a iniciar este viaje, sin aspirar a grandes individualidades, comprendiendo que en esta profesión, como en tantas otras, no estamos solos, y entendiendo que un buen ejercicio de nuestra actividad puede empezar a poner cierto orden en este caos.

Resulta difícil para nosotros poder definir cuáles son las líneas de trabajo desde las que poder establecer nuestras intenciones. Tenemos voz e ideas propias, no compartimos estilos ni obedecemos a doctrina alguna. Si bien es cierto que entender cuáles van a ser nuestras futuras estrategias puede resultar complejo, sabemos qué es lo que no queremos llegar a ser y de lo que debemos mantenernos alejados.

No somos Artistas, ni tenemos esa aspiración, queremos hacer Arquitectura para construirla. No queremos adscribirnos bajo ninguna etiqueta ni moda pasajera, inmadura y sin esencia alguna. Tampoco nos mueve la búsqueda de un sello personal, de una arquitectura de autor ligada a una estrategia fácilmente reconocible. Entendemos que nuestra finalidad debe ser la propia superación arquitectónica desde diferentes visiones tangenciales, pero apuntando hacia la dirección que desde nuestro punto de vista es la acertada.

Preferimos la concentración a la extensión, necesitamos y reclamamos tiempo para generar nuestras ideas porque pensamos que para dar una buena respuesta hace falta previamente una buena pregunta. Conceptos como contexto, ausencias y nuestras propias vivencias personales están siempre sobre nuestra mesa de trabajo y no entendemos la vida subdivida en compartimentos estancos, ni la historia, y menos aún la arquitectura. Sabemos que gran parte del proceso arquitectónico está ya pensado, pero nos gusta entender que las variaciones son infinitas, empezando cada proyecto desde una nueva perspectiva algo ingenua pero sin dar nada por asumido.

Nunca nos sentimos completamente seguros de hacia donde nos dirigimos, ni de si existe un vínculo entre lo que pensamos y proyectamos, pero lo que sí tenemos en común es que en nuestra búsqueda aspiramos a ser Directos, Literales, Libres, en definitiva, Salvajes.

www.estudiosalvaje.com

Deja un comentario